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Mostrando entradas de julio, 2015

Poema 12 .Pablo Neruda. "Veinte poemas de amor y una canción desesperada"

Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.   Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma.   Es en ti la ilusión de cada día. Llegas como el rocío a las corolas.   Socavas el horizonte con tu ausencia. Eternamente en fuga como la ola.  He dicho que cantabas en el viento como los pinos y como los mástiles.  Como ellos eres alta y taciturna. Y entristeces de pronto como un viaje.  Acogedora como un viejo camino.  Te pueblan ecos y voces nostálgicas.  Yo desperté y a veces emigran y huyen pájaros que dormían en tu alma -Disponible en :  roflsario.blogspot.com.ar/2009/12/tu-corazon-y-mirar.html Autora de la publicación: Luciana Castro</

EL SAPITO GLO-GLO-GLO

Nadie sabe dónde vive Nadie en la casa lo vio Pero todos escuchamos Al sapito glo-glo-glo..   ¿Vivirá en la chimenea? ¿Dónde diablos se escondió? ¿Dónde canta cuando llueve? El sapito glo-glo-glo..   ¿Vive acaso en la azotea? ¿Se ha metido en un rincón? ¿Esta debajo de la cama? ¿Vive oculto en una flor? Nadie sabe donde vive Nadie en la casa lo vio Pero todos escuchamos cuando llueve Al sapito glo-glo-glo     José Sebastián Tallón     Alumna: Micaela Cadona   Audio: <iframe width="580" height="115" src=" http://www.goear.com/embed/sound/ff39f37 " marginheight="0" align="top" scrolling="no" frameborder="0" hspace="0" vspace="0" allowfullscreen></iframe>   

El infinito. Mario Benedetti

De un tiempo a esta parte el infinito se ha encogido peligrosamente. Quién iba a suponer que segundo a segundo cada migaja de su pan sin límites iba así a despeñarse como canto rodado en el abismo. Gutierrez, Noeli

Espiritus de la Noche de Edgar Allan Poe

Tu alma, en la tumba de piedra gris estará a solas con sus tristes pensamientos. Ningún ser humano te espiará a la hora de tu secreto. ¡Permanece callado en esa soledad! No estás completamente abandonado: los espíritus de la muerte, en la vida, te buscan y, en la muerte, te rodean. Te cubrirán de sombras: ¡Permanece callado! La noche, tan clara, se oscurecerá y las estrellas no mirarán la tierra, desde sus altísimos tronos en el cielo, con su luz de esperanza para los mortales. Pero sus globos rojos apagados, en tu hastío, tendrán la forma de un incendio y de una fiebre que te poseerán para siempre. De tu espíritu no podrás desechar las visiones, que ahora no serán rocío sobre la hierba. La brisa - el aliento de Dios - es silenciosa, y la niebla sobre la colina, oscura, muy oscura, pero inmaculada, es un símbolo y una señal.    Como se extiende sobre los árboles el misterio de los misterios. Autora: Manuela Fe

La niña y el muñeco de nieve

Había dejado de nevar y los niños, con muchas ganas de jugar, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y resplandeciente y blandita nieve. La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas, de forma muy hábil, se entrego a la tarea de moldearla. - Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener, se dijo. Le salió un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba… Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los rayos de sol mas calidos… El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo. Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lágrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse demasi
FELINOS Raúl Brasca Algo sucede entre el gato y yo. Estaba mirándolo desde mi sillón cuando se puso tenso, irguió las orejas y clavó la vista en un punto muy preciso del ligustro. Yo me concentré en él tanto como él en lo que miraba. De pronto, sentí su instinto, un torbellino que me arrasó. Saltamos los dos a la vez. Ahora ha vuelto al mismo lugar de antes, se ha relajado y me echa una mirada lenta como para controlar que todo esta bien. Ovillado en mi sillón, aguardo expectante su veredicto.Tengo la boca llena de plumas. Mathisen Brenda

Sueño para el invierno. Arthur Rimbaud.

En invierno, iremos en un pequeño vagón rosa con almohadones azules. Estaremos bien. Un nido de besos locos reposa  en cada rincón blando. Tu cerraras los ojos, para no ver, por el cristal, gesticular a las sombras de la noche, esas monstruosidades hurañas,populacho de demonios negros y lobos negros. Luego sentirás tu mejilla arañada... Un pequeño beso, como una araña enloquecida, te correrá por el cuello... Y tu me dirás: "¡Busca!" inclinando la cabeza,  y nos dedicaremos a buscar esa bestia  que viaja demasiado... Audio de la poesía:  soundcloud.com/user281828439/rimbaud Biografía del autor. Arthur Rimbaud  nació el 20 de octubre de 1854 en Charleville, una ciudad burguesa del norte de Francia. Cuando el poeta cumplió ocho años, escribió sus primeros trabajos en prosa conocidos.  Rimbaud escribió poesías en Bruselas, dio lecciones de francés en Londres, fue maestro ayudante en un colegio de Escocia, actor en un circo en Din